Morteros
El mortero es una mezcla de conglomerante, árido fino y agua en proporciones adecuadas y ordenadamente combinadas para dar una masa de fluidez determinada que endurece en poco tiempo. Su medio habitual es la construcción.
A diferencia del hormigón que suele ser utilizado generalmente en planos estructurales o ligados a la cimentación, los morteros suelen tomar protagonismo en trabajos de albañilería como material de agarre, revestimiento de paredes…
Al tratarse de una mezcla química, los materiales usados son diversos dando pie a multitud de morteros cuya diferencias establecen especializaciones en su función.
Así podemos obtener morteros aligerados (para formación de pendientes), morteros coloreados (con un determinado acabado estético), morteros hidrófugos (que repelen el agua en las juntas de ladrillos o mampuestos…), entre otros tantos.
Aunque no se trate de una práctica habitual, el mortero también suele armarse en condiciones determinadas. Últimamente vemos cada vez más fábricas de ladrillo de una o dos hojas o bloques de hormigón cogidos con mortero armado, paneles prefabricados armados con fibra de vidrio…
