La propuesta se sitúa en un espacio de difícil tratamiento: el cauce del río Guadalmedina. Este es el mayor espacio abierto del centro urbano malagueño, en el que acontece dos veces al año alguna subida notable en su cauce, habitualmente seco. Límite y parte de gran escenografía urbana, por ejemplo, separa el complejo comercial de Correos, Hacienda y un centro comercial con el Centro Histórico.
Se plantea una nueva mirada, un nuevo entendimiento del material, formulando nuevas preguntas. Hormigón, material artificial “per se”, cambia su esencia, mejorándola, mejorando el estado de su ambiente. Se alinea de naturaleza, en presencia de la luz, como si de un árbol se tratase.
Bajo esa clara intención encontramos en el trabajo de Salvador Castillo Gálvez una propuesta que combina el concepto de Naturaleza con el de Ciudad. Basándose en una forma primitiva como es el cilindro, enumera distintos objetos de paisaje urbano, mobiliario: asientos, papeleras, fuentes, luminarias o, complejamente, árboles.
